martes, 27 de noviembre de 2012

La vida de mierda y la mierda de la vida.

Y todo lo que necesitaba era desahogarme, soltar esas lágrimas que una vez tras otra aguantaba en mis ojos negros, esas húmedas gotas de agua que abundaban en mi interior eran las que me quemaban por dentro, las que día y noche me consumían e iban apagando las tristes velas de mi interior acompañadas por la melancólica melodía de mi llanto. Esas jodidas lágrimas que me nublaban la vista, me impedían ver esa mentira que ocultabas tras aquellas bonitas palabras que me decías cada día pero, he sacado mi fuego interno, y junto a él las cenizas de nuestro amor inútil. Ya no están conmigo, ya no me acompañan en mis recuerdos ni permanecen en mi mente, ahora son el pasado, como tú.


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